La tormenta
Hasta una tormenta en el vendaval de tu iris, ha conseguido hacer parpadear a todos mis latidos.
Si pudieses verte como yo te veo, descubrirías que me he sentido irónicamente indestructible en el abismo de tus ojos; que tumbarme en tus pestañas hasta hacernos sueño, es la mejor de las realidades y que hasta el arco iris de una tormenta en el vendaval de tu iris, ha conseguido hacer parpadear a todos mis latidos.
Si pudieses verte como yo te veo, descubrirías que mis pupilas se asombran al observar tu luz y que no hay altura suficiente, para otear el horizonte de tus sentidos.
Si pudieses verte como yo te veo, y aunque no puedas verte como yo lo hago, déjame mirarte como te observo, porque nunca antes pude reconocerme en el reflejo de unos ojos, hasta que me vi en ti y tú conmigo.
M. Villabón
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